Un te quiero y un te amo convertidos en un te odio,
un corazón necio latiendo con mucha fuerza cada vez que te ven mis versos,
una respiración casi imperceptible se detiene para admirar la silueta de tu recuerdo.
En un mundo donde tú existes, dónde reina la paz de tus caricias, con la ley de tus besos, y la obediencia de tus ojos, en el que ...
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